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Abg. Nicolás Gualle 0998725157

jueves, 3 de junio de 2021

TRANSMUTAR LA ENERGÍA SEXUAL

Este ensayo va dirigido principalmente a las mujeres de entre 15 y 30 años, y a los hombres de entre 20 y 40 años.

La energía sexual es una de las más poderosas de toda la Naturaleza, es tan fuerte que gracias a ella la especie humana (y otras especies) no se han extinguido y se siguen reproduciendo generación tras generación de forma infinita.

Sin embargo, la energía sexual de los animales comunes difiere mucho de la energía sexual del homo sapiens (un mamífero altamente evolucionado, sobre todo por su cerebro); pues en la Naturaleza actúan fuerzas ciegas, inconscientes, mientras que en la sociedad humana existen construcciones histórico-culturales.

Así, por ejemplo, en la Naturaleza la sexualidad tiene una función básicamente reproductiva, en tanto que para la sociedad humana la sexualidad además de ser un mecanismo reproductivo es también una fuente de placer erótico, de cariño, compañerismo e identidad.

Paso a paso hemos evolucionado como civilización y la sexualidad se considera cada vez más como algo digno de disfrutar, conocer y explorar; atrás van quedando los prejuicios religiosos y otras taras culturales antiguas.

No obstante, dadas las condiciones materiales y productivas de la sociedad actual, la sexualidad se está convirtiendo en un gran negocio mercantil, en una fuente de poder y chantaje, con el cual lucran unos (as), otros se empobrecen, otros más se frustran, etc. Es decir, se está utilizando la sexualidad de hombres y mujeres jóvenes con fines profundamente egoístas, consumistas y retrógrados.

Una trampa social

De esta manera se incita a las mujeres de entre 15 a 30 años a pasar gran parte de sus vidas en salones de belleza, sesiones de fotos, gimnasios, comprando ropa, joyas y maquillaje, buscando validación en redes sociales, en bares y discotecas, etc. No es que esté mal en sí mismo este tipo de actividades, sino que a muchas mujeres les vendieron la idea de que esto es lo único y máximo a lo que deben aspirar, sin darse cuenta de que por un lado la belleza física es corta en el tiempo pues se va acabando, y, por otro lado, una mujer debe tener algo más que ofrecer a la sociedad que su sola belleza física y sexualidad.

De igual manera se incita a los hombres a pasar día y noche buscando parejas sexuales, ya sea por medio de redes sociales, páginas de citas, bares y discotecas, etc.; trabajar y hacer dinero para ir a gastarlo de forma irresponsable y exagerada buscando la validación femenina, en buscar profesiones y/o empleos que básicamente les permitan acceder a mujeres; nuevamente, esto no es malo en sí mismo, sino cuando se lo hace única y exclusivamente basados en buscar satisfacción sexual con mujeres, sin darse cuenta que por un lado, se pierde gran cantidad de tiempo y energía en ese ‘propósito’ y por otro lado, un hombre no es solo un ‘pene’, sino que debe ofrecer y aportar algo valioso a la colectividad sea cual sea el escalón social en el que se encuentre.

Todo esto, tanto en el caso de hombre y mujeres, no significa en modo alguno que se deba dejar de disfrutar una sexualidad plena, abundante y satisfactoria; simplemente, que la energía sexual se debe canalizar con inteligencia y estrategia para que no solo proporcionen momentos efímeros de placer, sino que además nos contribuyan a levantar proyectos personales y colectivos prósperos.

El precio de esta trampa

Como todo en la vida se tiene que pagar un precio por una determinada conducta y/o decisión. En el caso de vivir una sexualidad basados en la narrativa oficial y distorsionada, el precio en el caso de las mujeres es:

·        Llenarse de múltiples hijos de diferentes padres con el consiguiente drama económico y emocional

·        Pasar sus mejores años (20 – 30) en discotecas, redes sociales, ‘vaciles’, sin darse cuenta de que su belleza y juventud se acaban más rápido de lo esperado

·        Como consecuencia del punto anterior, no se aprovecha el tiempo para obtener un título profesional, montar un negocio próspero, etc., algo que sea sólido para su propio futuro y el de su descendencia

·        Como todo su valor se asienta en su belleza y juventud, cuando llegan a los 35 años o más se chocan con el muro del tiempo de forma brusca y sin retorno posible

En el caso de los varones, el precio de esta trampa social es:

·        Dejar hijos regados en diferentes mujeres, con el consiguiente drama social y económico de las pensiones alimenticias

·        Pasar sus mejores años (20 – 40) en bares, discotecas, redes sociales, páginas de citas, etc., buscando mujeres de forma desesperada, invirtiendo gran cantidad de energía, tiempo y dinero en ese ‘propósito’

·        Como consecuencia del tiempo y energía perdidos, no han logrado un título profesional, no tienen un negocio próspero, no tienen un futuro asegurado

·        Como gran parte de su juventud se dedicaron a perseguir mujeres, llegan a los 40, 45 o más años llenos de deudas, empobrecidos, demacrados físicamente y con la sensación de vacío existencial

Posible solución

-Como dijimos anteriormente, se puede disfrutar de una sexualidad abundante y satisfactoria, siempre y cuando se sepa canalizar correctamente toda esa energía sexual

-Si eres mujer, además de ponerte bonita, puedes y debes hacer algo valioso con tu vida, tus cualidades y habilidades sociales, con lo cual no solo vas a ser incluso más atractiva, sino que tendrás un camino de vida agradable y valioso para ti misma y para la sociedad, independientemente de si mantienes la belleza física o si ésta ya se diluyó con el tiempo

-Si eres hombre, además de buscar potenciales parejas romántico-sexuales, debes hacer algo valioso con tu vida, seguir una profesión, emprender un negocio, aprender y desarrollar un arte, mantenerte en forma física y mentalmente, y en ese camino valioso podrás encontrar compañeras sociales y sexuales de calidad, que vayan en tu misma frecuencia. En última instancia, cada hombre debe tener un camino que le satisfaga personalmente y al mismo tiempo aporte algo valioso a la sociedad.

-La energía sexual debe transmutarse hacia objetivos y propósitos personales, no se trata de negarla o anularla, sino de tenerla siempre presente, pero en función de un camino de vida, sabiendo darle el lugar y la importancia que se merece, nada más y nada menos.

-La transmutación de la energía sexual es un proceso que todo ser humano puede realizar, independientemente de su edad, género, orientación sexual, deseos y preferencias; no está relacionada a moralismos, religiones u otros, sino a que cada persona construya su mejor versión en función de sus propios intereses y en correspondencia aporte algo valioso a la sociedad en su conjunto.

“Aportar valor a la sociedad y disfrutar la vida”

Nicolás Gualle

ESCRITOR y CONFERENCISTA

Contactos:

Email: nicoega@yahoo.com.ar

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Pág. Web: https://nicolasgualle-escritos.blogspot.com

Aportar valor a la sociedad y disfrutar la vida:

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¡Ser un hombre renacentista, ilustrado y dialéctico!