En los últimos años se está tratando de imponer una especie de “dictadura científica” por parte de muchos gobiernos y corporaciones farmacéuticas y tecnológicas.
Para imponer sus agendas reaccionarias recurren a discursos como “según un estudio”, “de acuerdo con los expertos”, “los científicos dicen…”, etc. En realidad, hay poca ciencia detrás de estos discursos y agendas políticas, quizás lo estrictamente necesario para hacerlos un poco creíbles frente a la opinión pública; sin embargo, no solo NO son científicos, sino que incluso llegan a ser ANTI-CIENCIA.
¿QUÉ ES LA CIENCIA?
El conocimiento científico tiene cinco características, a saber:
· ES OBJETIVO: la ciencia no puede depender de la ‘interpretación’ subjetiva de un político o gerente empresarial, el conocimiento científico es objetivo, es decir responde a la realidad, a la materialidad, independientemente de las interpretaciones personales de cada individuo.
· ES COMPROBABLE: el conocimiento científico resiste la prueba, la comprobación, la réplica, la contradicción. La ciencia puede (y debe) ponerse a prueba las veces que sean necesarias; si a los presidente y gerentes les incomoda que se cuestione su “ciencia” pues simplemente NO lo es.
· ESTÁ SUJETO A LEYES Y PRINCIPIOS: La ciencia no es un conocimiento ‘anárquico’ y desordenado, al contrario, está estructurada por ramas del conocimiento, se sujeta a determinadas leyes y principios que rigen sus fundamentos.
· DE VALIDEZ UNIVERSAL: el conocimiento científico es de validez universal, es decir que es válido tanto en un país como en otro, de un continente a otro, de un organismo a otro, obviamente con ciertas particularidades, pero en términos generales su valor es universal. No puede existir una ciencia que sea ‘válida’ solo para un grupo de personas, unos países o empresas, y que se maneje al antojo del gobierno de turno afirmando o negando hechos a conveniencia política.
· FUNCIÓN SOCIAL: la ciencia al ser un conjunto de conocimientos sociales, físicos y naturales está estrechamente relacionada con la sociedad en su conjunto y, por ende, solo es válida si le sirve a ésta y no a una minoría de políticos y corporaciones. La ciencia debe estar al servicio de la sociedad, y no la sociedad al servicio de la ciencia. Adicionalmente, la ciencia no puede estar ‘secuestrada’ por gobiernos y corporaciones, debe ser LIBRE E INDEPENDIENTE; gestionada por las fuerzas productivas sociales, esto es por trabajadores, profesionales y productores.
Hoy en día la ciencia está secuestrada por gobiernos reaccionarios y corporaciones farmacéuticas y tecnológicas; sin embargo, esto es temporal pues el mismo espíritu científico es por esencia ‘dialéctico’, ‘revolucionario’, y más temprano que tarde el conocimiento científico se abrirá camino por sí mismo, les explotará en la cara a estas élites y se liberará con la contribución de químicos, físicos, médicos, sociólogos, etc., sinceros y vinculados al pueblo, a las bases de la sociedad.
Nicolás Gualle
ABOGADO, ESCRITOR y CATEDRÁTICO
Contactos:
Email: nicoega@yahoo.com.ar
Whatsapp: 0998725157
Pág. Web: https://nicolasgualle-escritos.blogspot.com
