Este es un espacio cultural y literario dedicado a escritores, demás artistas y al público en general
Abg. Nicolás Gualle 0998725157

jueves, 30 de julio de 2020

LOS PROFESIONALES Y LA SOCIEDAD


El mundo del siglo XXI se encuentra atravesando un periodo histórico muy complejo: asistimos, quizás, hacia la finalización de un sistema entero y al nacimiento de nuevas formaciones económico políticas.
Desde luego, y como siempre lo hemos dicho en nuestros espacios, los procesos históricos no dependen en modo alguno de la voluntad de los individuos o partidos, sino de intrincadas relaciones económicas internacionales, nacionales y locales.
Sin embargo, tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados, y en ese sentido los profesionales tenemos un gran deber para con la sociedad.
El mismo hecho de contar con estudios superiores y especializados en una o más áreas del conocimiento, nos permite aportar con herramientas científicas y/o técnicas valiosas, tanto para el desarrollo de la vida cotidiana, así como para forjar proyectos más trascendentes.
El problema central es que muchos profesionales han olvidado sus raíces, los juramentos y códigos deontológicos de cada profesión, la necesidad de unir teoría y práctica, y no pensar sólo en el lucro personal o el egocentrismo, sino además en la función social.
TRES BASES PROFESIONALES
El mundo del siglo XXI requiere profesionales que por lo menos cuenten con tres características básicas:
·        CIENCIA Y DIALÉCTICA: es importante que de manera permanente nos estemos actualizando en conocimientos científicos, tanto de forma general, como específica a nuestra carrera o área. Además, retomar el estudio o análisis de la dialéctica, de la filosofía, pues un profesional sin bases filosóficas que sustenten su ejercicio teórico – práctico, es como un barco sin brújula, sin gps.
·        RESOLVER NECESIDADES HUMANAS: la pirámide de Maslow nos enseña sobre las necesidades de los seres humanos; los profesionales tenemos el deber de contribuir a resolver necesidades humanas prácticas y concretas, tales como alimentación, vestimenta, vivienda, transporte, salud, educación, cuestiones legales, problemas de la psiquis, etc., y solo entonces la sociedad nos retribuirá económica y moralmente. Es un permanente intercambio de energía y valor.
·        PERSPECTIVA Y FUTURO DE LA SOCIEDAD: los profesionales debemos contribuir a dar perspectiva y esperanza a la sociedad, que nuestros conocimientos sean antorchas de luz en medio de tanta oscuridad y caos.
Tener un título de tercer o cuarto nivel es bueno, pero por un lado no solo para el lucro individual, sino también para una función social; y por otro lado, que eso no nos ciegue y vuelva ególatras, pues ante todo debemos ser excelentes personas y ciudadanos.
Finalmente, los profesionales debemos tener sólidas bases éticas para guiarnos en el ejercicio de nuestra profesión; en mi caso concreto me baso, además de la ciencia y la dialéctica, en el Decálogo del Abogado escrito por Eduardo Couture y también por la Carta Mundial de Ética para Periodistas redactada por la Federación Internacional de Periodistas.
Nicolás Gualle
ESCRITOR y CONFERENCISTA
Contactos:
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lunes, 20 de julio de 2020

EL ARTE DE HABLAR CORRECTAMENTE


En todos los tiempos, el arte de poder hablar correctamente y transmitir mensajes a los demás logrando distintos grados de aceptación, ha sido una fuente inagotable de poder, prestigio e interacción social. No nos referimos aquí simplemente a la oratoria ante un público numeroso, el arte de hablar llega inclusive a las relaciones interpersonales como por ejemplo de padre a hijo, o de novio a novia, etc.
Es indudable e innegable que quien posee la plena capacidad de expresarse tendrá mayores posibilidades de éxito -en todos los terrenos-, que aquellas personas que no pueden hacerlo o lo hacen de mala manera.
Todos tenemos la capacidad de poder hablar correctamente ya sea ante un público numeroso o ante una sola persona, lo que sucede simplemente es que la mayoría de personas no sabe como hacerlo, mientras que son solo unos pocos privilegiados (privilegiados de conocimiento) los que conocen los secretos de cómo hacerlo correctamente. He aquí algunos consejos para lograrlo.
1.-AUTOCONFIANZA.-Lo primero que debes tener es autoconfianza, seguridad; eso implica conocerse uno mismo, sus cualidades y defectos, potencializa tus cualidades y combate tus defectos. Cuando tu autoestima sea correcta te sentirás liberado de muchos prejuicios, de la falsa ‘vergüenza’ que nos impone a veces la sociedad, cuando logres esto podrás hablar muy bien ya sea ante 100 personas o ante 1 sola y no te dejarás impresionar -avergonzar o intimidar- por nada.
2.-CONOCIMIENTO Y CULTURA.-Si en una salida de amigos se ponen a conversar sobre la película “El Club de la Pelea” y yo no la he visto, es obvio que no podré decir mayor cosa de la misma o si digo algo corro el riesgo de quedar como un ‘poco’ mentiroso o mediocre precisamente porque desconozco de que se trata. Para tener unas buenas relaciones interpersonales -que se logran a través del uso correcto del lenguaje- hay que tener un mínimo de conocimientos y cultura general para tener de qué hablar y hacerlo bien.
Si tengo una reunión de amigos o junta ejecutiva sería bueno antes de ir conocer un poco más de la música actual, deportes, algo de noticias, cine, etc., sobre todo apalancarse en el conocimiento que proviene de la ciencia y la dialéctica,  de tal forma que tengamos elementos para poder entablar una conversación efectiva. Si tengo que realizar una exposición académica o profesional, debo conocer a fondo el tema de que voy a hablar para hacerlo con argumentos, el resto viene por si solo. No lo olvides, mejora tu nivel cultural y se te abrirán muchas puertas en la sociedad.
3.-EL LENGUAJE CORPORAL.-El lenguaje hablado es muy efectivo… pero solo si va acompañado del lenguaje corporal. ¿Qué es el lenguaje corporal? Es aquel que se transmite mediante la mirada, gestos, el movimiento de las manos e incluso el movimiento de las piernas y los pies. Por ejemplo, si un orador está dando un fogoso discurso de fin de año que lo ha elaborado muy bien, pero tiene sus manos metidas en los bolsillos, dará la impresión de ser un poco falso o extremadamente tímido porque no expresa con el cuerpo lo que su corazón está sintiendo.
Por todo es muy recomendable que aprendamos a utilizar sutilmente la mirada, los gestos y el movimiento de manos según vayamos expresando una idea, un planteamiento o propuesta. Eso sí el lenguaje corporal no debe ser excesivo ni parecer sobreactuado.
4.-DESECHA LOS PREJUICIOS.-En nuestra sociedad hay una enorme cantidad de prejuicios sobre muchos temas. Un prejuicio es una idea errónea sobre algo, pero que ha sido tantas veces repetida y popularizada que aparecen como “verdades”. Por ejemplo, un prejuicio es que no debes expresar tus sentimientos en público; otro es que es malo hablarle a un desconocido (a), etc.
Si quieres realmente tener el poder de utilizar efectivamente la palabra hablada debes comenzar a desechar tus prejuicios y los prejuicios de la sociedad, a botar en el tacho de la basura la famosa frase “el que dirán” que tantas veces causa infelicidad a las personas. Debes mantener los aspectos positivos de tu personalidad independientemente de lo que digan los demás. Una vez que hayas desechado tus prejuicios te sentirás libre de cuerpo y espíritu para poder expresar tus pensamientos, ya sea en una conferencia académica, profesional, política, o con tu grupo de amigos, tu pareja, etc.
5.-LA PRÁCTICA.-Hablar correctamente es un arte y como todo arte requiere de seguir unos pasos y mucha experiencia. Si no practicas simplemente nunca podrás lograrlo. ¿En qué escenarios practicarlo? Hay muchísimos: en una fiesta puedes tomar la palabra en el brindis y expresar un mensaje; en una exposición académica lúcete dando una buena conferencia; en una reunión de amigos puedes ser quien ponga el tema para charlar; en una asamblea gremial puedes hacer propuestas o críticas; etc.
Mientras más practiques más habilidades desarrollarás, y mientras más habilidades desarrolles más fácil te será hablar ante los demás y transmitir adecuadamente tus ideas, logrando por ende, conquistar tus objetivos ya sean académicos, políticos, sociales, culturales, profesionales… Adicionalmente, en los tiempos actuales hay que aprender el arte de hablar correctamente utilizando las nuevas tecnologías de la información y comunicación, TICs.
6.-PACIENCIA Y PERSEVERANCIA.-Ser un buen orador y/o poder expresarse correctamente no se aprende de la noche a la mañana; al contrario es un proceso que requiere paciencia y perseverancia, paciencia para dejar que el tiempo haga lo suyo, lógicamente el tiempo mientras vamos practicando, y perseverancia para no derrotarnos ante posibles errores, caídas, etc. Con paciencia y perseverancia casi siempre se consiguen los objetivos que perseguimos en cualquier terreno.
Ahora que ya tienes algunas herramientas de cómo mejorar notablemente tu capacidad de expresarte correctamente, solo te queda un paso más: comenzar a hacerlo, y si lo haces empezarás a ver el gran cambio en tu vida en todo sentido, por eso te recomiendo, no te dejes ganar por las dudas y… ¡lánzate al ruedo!, ¡conquista el mundo con tus palabras y acciones!... haz de tus palabras tu mejor carta de presentación.
Nicolás Gualle
ESCRITOR y CONFERENCISTA
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miércoles, 8 de julio de 2020

LINGÜÍSTICA Y DISTORSIONES SEMÁNTICAS


‘El lenguaje debe reflejar la realidad’
El español es un idioma que se ha consolidado hace apenas tres siglos, lo que constituye un corto periodo de tiempo en comparación con los cerca de 10 mil años de historia de la civilización humana.
Fue entre los años 1726 y 1739 cuando surgió el primer DICCIONARIO de la lengua castellana editado por la Real Academia Española; con este instrumento lingüístico se pretendía UNIFICAR Y HOMOLOGAR los cientos y miles de vocablos castellanos y su significado.
Posteriormente en el año de 1780 se elaboró una segunda edición del diccionario, ampliada y corregida, culminando con veintitrés ediciones hasta nuestros días.
La lingüística en general y la lingüística española en particular, han dado grandes pasos y de mucha importancia para la sociedad entera, pues los seres humanos a diferencia de otras especies, requerimos un lenguaje estructurado y exacto porque tenemos un pasado, presente y futuro (percepción del tiempo), además de múltiples relaciones sociales en torno a la sobrevivencia, reproducción y pensamiento/espiritualidad.
Así por ejemplo, si hablamos de una vaca, inmediatamente viene a nuestra mente la imagen de un animal cuadrúpedo, mamífero, generalmente de color blanco con negro y cuernos. Si decimos ‘guerra’, tenemos el concepto de un conflicto muy violento entre dos bandos contrarios que se disputan algo. Es decir, la lingüística define con precisión los conceptos y significados muy necesarios para el desarrollo y evolución de la sociedad.
El problema surge ahora con las distorsiones semánticas que están de moda, que no son sino una de las tendencias dentro del postmodernismo y/o de ciertas ideologías desligadas de la realidad.
Aquí encontramos aquellos intentos de introducir ciertos vocablos como el ‘todes’, ‘persones’, etc., para referirse a hombres y mujeres por igual, lo que es algo que carece de base semántica.
También hay otras distorsiones por parte de autoridades y gobiernos, cuando por ejemplo dicen “vamos a liberar los precios de los combustibles”, lo que en realidad constituye dejar de subsidiar y elevar los costos, simplemente lo plantean así para evitar (ilusamente) una negativa reacción popular de rechazo.
Lo mismo sucede con muchas corporaciones y su publicidad engañosa en base al uso fraudulento del lenguaje, distorsionando intencionalmente conceptos y significados sobre los productos y/o servicios que ofertan.
Como podemos ver, en el siglo XXI hay muchas distorsiones semánticas, ya sean realizadas por ignorancia o con dolo, pero el resultado es el mismo: se comienza a destruir el lenguaje y se ocasionan perjuicios a la sociedad.
Ejemplos de todo esto hay demasiados y cada lector se dará cuenta por sí mismo.
Por esta razón, todas aquellas personas que nos dedicamos al uso intensivo del lenguaje hablado y escrito, ya sea en razón de nuestra profesión u oficio, debemos levantar nuestra voz en defensa de la lingüística y contra todo tipo de distorsiones semánticas. De esta forma podremos forjar los cimientos de una sociedad que transite hacia mejores días.
LENGUAJE Y REALIDAD
Los vocablos y su significado deben COINCIDIR con la realidad, ese es un requisito ‘sine qua non’ para el desarrollo de la civilización.
Así por ejemplo:
-si en una tienda dicen (ya sea de forma verbal o con un rótulo) vender manzanas, tienen que ser manzanas; pueden ser de mejor o peor calidad o de distinta variedad, pero definitivamente tienen que ser manzanas, pues si al comprar me entregan papas o limones, EXISTE UNA ESTAFA.
-si un gobierno sube el precio de los combustibles, debe decirlo tal cual, pues eso de ‘liberar los precios de los combustibles’ CARECE DE RELACIÓN LÓGICA, es un absurdo, un fraude.
-con el pretexto de la pandemia, muchas grandes empresas e instituciones públicas han despedido intempestivamente a sus trabajadores, pero en el lenguaje dicen: ‘se ha desvinculado a tal o cual empleado de su puesto de trabajo’
-si existe una competencia atlética de mujeres, pues sólo deben participar mujeres; la mujer por definición lingüística y objetiva es aquel ser de la especie humana que posee vagina y útero, es decir órganos sexuales y reproductivos que lo diferencian total y completamente del hombre. Por ende, no cuentan las ‘mujeres’ trans, que por más percepción subjetiva, en el fondo siguen siendo hombres con un alto desarrollo muscular y óseo propios del sexo masculino.
-existen personas solteras o parejas que dicen tener ‘perrhijos’ o ‘gathijos’, es decir tienen un perro o gato al cual lo consideran un hijo o hija tal cual un niño, le compran comida especial, le visten, le bañan, le llevan al veterinario constantemente, le llevan a peluquerías especializadas, se toman muchas fotos con el animal, lo llevan a todas partes, etc. Es quizás, una de las distorsiones semánticas (y psicológicas) más comunes en ciertos sectores de la juventud de nuestros días. Las mascotas o animales de compañía han existido por milenios, pero eran y son solo eso, animales de compañía, no se les puede atribuir subjetivamente elementos propios de la familia humana o de amistad.
La lista de ejemplos, como hemos dicho líneas arriba, es inmensa pero el mensaje es el mismo.
Hay ciertos gobiernos, corporaciones y personas que piensan que cambiando las palabras a su antojo van a cambiar la realidad a su conveniencia, y la verdad es que la REALIDAD se levanta como una montaña ante sus ojos, la quieran o no ver.
El lenguaje debe reflejar la realidad, simple y concretamente.
¿QUÉ HACER?
Para evitar estafas, fraudes y demás distorsiones semánticas, se recomienda siempre acudir ante dos instrumentos lingüísticos: por un lado, el DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA editado por la RAE; y, por otro lado, los diccionarios especializados según profesión, oficio y área del conocimiento humano.
Por ejemplo, en mi caso particular para elaborar los escritos y alegatos jurídicos, recurro además del diccionario de la RAE, al Diccionario Jurídico Elemental de Guillermo Cabanellas.
El mensaje central es: ‘el lenguaje debe reflejar la realidad’. Esto no significa que no podamos hablar de formas indirectas, sutiles o metafóricas cuando hacemos poesía, cartas románticas, conversaciones informales de pareja, amigos, etc., esas situaciones son distintas.
Defender el acumulado lingüístico es un paso más para cambiar la sociedad, pues solo se puede transformar lo que se ha comprendido y, para comprender la realidad, hay que definirla con exactitud a través de las palabras y su significado.
Nicolás Gualle
ESCRITOR y CONFERENCISTA
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Aportar valor a la sociedad y disfrutar la vida:

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¡Ser un hombre renacentista, ilustrado y dialéctico!