No, no solo es
un peligro sanitario el COVID-19, sino muchas otras enfermedades y patologías
como el cáncer, VIH, diabetes, accidentes cerebro-vasculares, infartos
cardiacos, etc., que en gran medida provienen de un estilo de vida contemporáneo
muy tóxico, alejado e incluso en contraposición de la naturaleza.
El sistema
sanitario oficial, que depende de las subvenciones de gobiernos y
corporaciones, tan solo plantea cosas muy simples y genéricas como ‘lavarse las
manos’, ‘ponerse mascarillas’ y así, sin atacar las causas profundas de las
múltiples enfermedades que hoy en día están destruyendo a la sociedad. Por eso
recomiendo informarse y tomar acción por cuenta propia.
Para entender
con claridad nuestra anatomía y fisiología, debemos recurrir a las raíces
esenciales de la humanidad: la era del paleolítico,
cuando vivíamos como cazadores y recolectores.
Durante varios
cientos de miles de años vivimos en cuevas o campamentos provisionales
rústicos, comiendo carne de animales salvajes, pescado fresco, y frutos de
temporada; además de beber agua prístina, dormir más de 8 horas diarias y
caminar mucho todos los días en búsqueda de nuevas presas, agua, frutos y
refugio. Adicionalmente NO existía un nivel de estrés masivo y constante (o
vencías el peligro o morías, se solucionaba rápido).
Esto ha quedado
grabado en nuestros genes a lo largo de miles y miles de generaciones, el ADN
del homo sapiens responde a este estilo de vida.
Sin embargo, con
la invención de la agricultura hace 10 mil años, y sobre todo con la revolución
industrial de los siglos XIX, XX y XXI, el estilo de vida y alimentación de la
civilización humana se han vuelto cada vez más destructivos y anti-naturales.
-De comer de
forma orgánica se ha pasado a productos altamente artificiales
-De comer carne
sana, se ha pasado a consumir carne llena de hormonas y preservantes
-De tomar agua
prístina, se ha pasado a tomar agua reciclada, clorada y en envases plásticos
-De caminar y
correr todos los días, se ha pasado a estar sentados o parados en tiendas y
oficinas por muchas horas a cambio de un salario
-De dormir más
de 8 horas diarias, se ha pasado a dormir en promedio 6 horas por día, para
poder estudiar y trabajar más y complementar bajos salarios o ingresos
-De vivir
relativamente tranquilos, se ha pasado a vivir llenos de estrés diario,
constante y masivo por las deudas, crisis, pandemias, etc.
Como podemos
ver, el estilo de vida del siglo XXI es anti-natural y anti-fisiológico, nos
impulsan a consumir productos comestibles chatarra, beber agua contaminada,
dormir poco, casi no hacer ejercicio, y vivir en constante estrés, todo lo cual
ya está pasando factura a la salud física, mental y emocional de las nuevas
generaciones.
Es desde todo
punto de vista insostenible este modo de vida, que inevitablemente comienza a
resquebrajarse por muchos lados, tarde o temprano vendrán nuevos tiempos, nuevos
periodos para la humanidad.
Mientras tanto
quédate con estas dos ideas centrales en cuanto a alimentación:
Si tu alimento no corre, nada,
vuela o brota del suelo, es mejor que no lo consumas.
Que tus alimentos sean tu medicina,
y que tu medicina sean tus alimentos (Hipócrates)
Nicolás Gualle
ESCRITOR Y
CONFERENCISTA
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