Con la gran
ofensiva del postmodernismo en el siglo XXI, ya sea mediante las redes
sociales, el cine, la televisión, los círculos académicos, la prensa, las ONG’s,
el Estado y las corporaciones, se viene combatiendo la masculinidad de una
forma sistemática.
Se mezclan, de
forma intencional y maliciosa, los términos de “machismo”, “masculinidad”, “toxicidad”,
"hombres", “violencia”, “heteropatriarcado”, “opresión”, etc., como si todos ellos fueran
una y la misma cosa.
Se habla de “deconstruir”
a los hombres, de “reinventar” la masculinidad, pero no desde una
perspectiva evolucionista, biológica y natural, sino desde los conceptos que
tienen los gobiernos de turno y las grandes empresas que han encontrado un nicho
de mercado en estos sensibles temas sociales.
Por este motivo,
muchos hombres han perdido el rumbo, se encuentran profundamente desorientados,
sin esperanza, con la testosterona más baja que en ninguna otra época de la civilización
humana, sin un lugar en la sociedad ni en la historia.
EL ROL MASCULINO
EN LA HISTORIA
A lo largo de
milenios el hombre tuvo papeles bien definidos como individuo y como ser
social, tales como:
-la cacería, el
trabajo, la producción
-la reproducción,
la búsqueda de parejas romántico/sexuales
-la filosofía, la
política, las cuestiones de la gobernanza
-el liderazgo: de
la tribu, la pareja, la familia, los estamentos sociales
En la sociedad
primitiva los hombres más apreciados por toda la tribu eran precisamente los
cazadores, guerreros, chamanes, sabios, los fuertes, los líderes.
La masculinidad
fue muy apreciada y permitió, junto con la feminidad, construir grandes
civilizaciones, realizar inventos, descubrimientos, en definitiva hacer avanzar
el conjunto de la humanidad.
El machismo, el
patriarcado, son cosas TOTALMENTE DISTINTAS a la masculinidad. Machismo y
patriarcado están relacionados a conductas y paradigmas opresivos y CLASISTAS,
que surgen en la división de la sociedad en clases sociales cuando se desintegra
la comunidad primitiva y así hasta nuestros días.
EL POSTMODERNISMO
ANTI-MASCULINO
La masculinidad
está siendo atacada desde todos los frentes, hoy en día el hombre común es una
especie de ciudadano de “segunda clase”. Y mientras más pobre es un hombre,
menos vale para el sistema actual: tendrá los peores empleos (si es que
consigue alguno), ninguna o casi ninguna posibilidad de emparejamiento, y es
anulado como ser pensante: pasará la mayor parte del tiempo y sus energías
buscando el pan cotidiano y alguna pareja por lo cual no podrá concentrarse en
niveles superiores como el arte, la cultura, la ciencia, la filosofía, la
política.
El sistema
promueve que los hombres:
-se conformen con
migajas que se lanzan desde el poder
-abandonen y
repriman su sexualidad
-cambien su
sexualidad
-pasen su tiempo
en redes sociales, videojuegos
-pasen su vida
alcoholizados, en drogas
-busquen refugio
espiritual en sectas religiosas
-se peleen con las
mujeres y se alejen de ellas, “guerra de los sexos”
-descuiden su
físico, su salud
-abandonen la
filosofía, la política activa
-bajen su
testosterona mediante abundante comida chatarra, químicos, tabaco, sedentarismo
Con una gran
cantidad de hombres “deconstruidos”, “desmasculinizados”, con baja testosterona,
sin saber su pasado, renegando de su naturaleza, llenos de vicios y cobardía,
es una masa social fácilmente manipulable, controlable desde el poder y además un blanco fácil para el consumismo más desenfrenado.
RECHAZAR EL
POSTMODERNISMO, ABRAZAR LA MASCULINIDAD
La masculinidad es
sana, constructiva, proactiva. Bien canalizada permite construir grandes proyectos,
realizar inventos, liderar la sociedad hacia nuevas etapas.
Cada hombre -y
también las mujeres conscientes- debemos rechazar la postmodernidad y las
agendas reaccionarias de gobiernos y corporaciones.
EL CAMINO DEL
HOMBRE
Como una brújula
para guiarnos en medio de esta oscuridad postmodernista, aquí comparto algunos
lineamientos para que cada hombre recupere y/o refuerce su masculinidad, tanto
para sí mismo como para poder aportar algo valioso a la sociedad.
-investiga el rol
del hombre en las comunidades primitivas
-come sano, has
deporte, deja el tabaco y el alcohol
-nunca reniegues
de tu sexualidad, es normal tener deseo hacia las mujeres y expresarlo
-abraza la filosofía,
la madre de todas las ciencias
-ten una profesión,
un negocio, un proyecto, aporta con tus conocimientos y habilidades a la
sociedad
-apaga la
televisión, deja la compulsión por las redes sociales, sé crítico con el
discurso de presidentes y gerentes
-cuida tu
apariencia, tu estética, tu salud mental y emocional
-aprovecha el tiempo
y deja de perderlo en banalidades, cosas o gente que no te aporta nada
-aporta valor a la
sociedad, deja el mundo mejor de como lo encontraste
-lucha por tus
derechos, por lo que te corresponde
-abandona la “guerra
de sexos”, promueve la cooperación y fraternidad entre hombres y mujeres
-escribe libros,
compón canciones, pinta, dibuja, has arte, sé el bailarín cantante del mundo,
deja un legado para la posteridad
-debes saber,
saber, y NO temer, que algún día vamos a morir, de ahí que debemos vivir de forma
memorable
-aporta valor al
mundo y disfruta tu vida
Nicolás
Gualle
ABOGADO,
ESCRITOR y CATEDRÁTICO
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Web: https://nicolasgualle-escritos.blogspot.com