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Abg. Nicolás Gualle 0998725157

lunes, 9 de agosto de 2021

VACUNACIÓN, ¿MULTIDOSIS Y OBLIGATORIA?

“Es absolutamente esencial el consentimiento voluntario del sujeto humano… sin intervención de cualquier elemento de fuerza, fraude, engaño, coacción u otra forma de constreñimiento o coerción…” Código de Ética Médica de Núremberg 20/08/1947

INTRODUCCIÓN

El presente ensayo se realiza bajo el amparo del DERECHO DE CONTRADICCIÓN, pues no solo debemos escuchar la versión ‘oficial’ sino, además, tener otros puntos de vista e informaciones que nos permitan tomar las decisiones de forma correcta y equilibrada.

Desde las élites gubernamentales y corporativas a nivel mundial se está buscando imponer una ‘verdad’ única, oficial e indiscutible, so pena de censura, represión, acoso y aislamiento social a quienes osen criticar dicha ‘verdad’.

No se trata de generar una polémica ‘per se’, sino de abrir el debate y avanzar en la búsqueda de soluciones; al fin y al cabo, todavía existe y debemos defender el derecho a la libertad de pensamiento y expresión.

CONTEXTO MUNDIAL COVID-19

El Sars-Cov-2 que produce la enfermedad de COVID19 llegó para quedarse por un largo tiempo entre nosotros (sumado a las enfermedades por desnutrición, contaminación ambiental, cáncer por aire, agua y comida tóxicas, entre otros problemas que aquejan a amplios sectores de la sociedad).

Todavía no está muy claro su origen, pues si fuera natural su evolución y tratamientos serían predecibles, en tanto que si es un invento de laboratorio (ya sea con fines investigativos o netamente como arma biológica) su evolución y tratamientos serán completamente impredecibles e inestables. Por tal y como van las cosas, lo más probable es que sea la segunda opción. Ya el tiempo nos lo dirá pues NO existe el ‘crimen perfecto’, tarde o temprano todo sale a la luz y la verdad se llega a saber; aunque para entonces posiblemente “arderá Troya” …

Esta peste llegó al mundo en un contexto muy difícil, en medio de una crisis económica internacional de gran magnitud, luchas financieras y comerciales entre grandes potencias, protestas sociales por doquier, fuertes y crecientes daños ambientales, peligrosas ‘nuevas tecnologías’ experimentales, una degradación social y cultural sin precedentes, en definitiva, en un sistema que comienza a derrumbarse en todos los frentes.

Desde marzo del 2020 están utilizando el tema del COVID19 para ‘resetear’ el actual sistema, para ‘salvarlo’ de las llamas en que está envuelto. Aparentemente suena lógico, pero ¿salvarlo para quién?, ¿a favor de quienes y en contra de quienes?, y más importante aún ¿a qué precio?

Hasta el momento los perjudicados hemos sido las clases medias, los trabajadores y productores (PYMES) en todos los países del mundo (con distintos grados y matices); en tanto que los grandes beneficiarios son la banca y la alta burocracia.

LA SALUD, CONVERTIDA EN UN GRAN NEGOCIO

La SALUD es uno de los principales DERECHOS HUMANOS y CONSTITUCIONALES que tiene toda persona y comunidad.

Este derecho está en el mismo rango que el derecho a la vida y la libertad; sin embargo, no es un derecho abstracto, sino concreto, pues para su ejercicio se requieren de una serie de cosas como son: una buena alimentación, vestido, calzado, vivienda, ambiente sano, asistencia médica, servicios básicos, seguros de desempleo, enfermedad, invalidez, vejez, entre otros.

La SALUD, al ser un derecho humano y constitucional de alto nivel, no puede estar en manos privadas, sino sujeto a la dirección y control de entidades públicas legítimas y la sociedad en su conjunto.

Lamentablemente hoy en día, la salud se ha convertido en un gran negocio privado y lucrativo, basta ver que son las mismas corporaciones farmacéuticas quienes financian las investigaciones sobre enfermedades, medicamentos y los posgrados de muchos médicos. Es decir, se han convertido en ‘jueces y parte’ dentro de un mismo proceso, por lo tanto, dichas investigaciones, tratamientos y formación académicas están contaminados por intereses privados y de una minoría.

Por ende, entre las corporaciones farmacéuticas y la salud del pueblo existe un conflicto de intereses.

Al respecto, para los médicos (as), enfermeros (as) y demás personal sanitario, y la opinión pública en general, es bueno RECORDAR el Juramento Hipocrático:

“Promesa del médico

COMO MIEMBRO DE LA PROFESIÓN MÉDICA:

PROMETO SOLEMNEMENTE dedicar mi vida al servicio de la humanidad;

VELAR ante todo por la salud y el bienestar de mis pacientes;

RESPETAR la autonomía y la dignidad de mis pacientes;

VELAR con el máximo respeto por la vida humana;

NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mis pacientes;

GUARDAR Y RESPETAR los secretos que se me hayan confiado, incluso después del fallecimiento de mis pacientes;

EJERCER mi profesión con conciencia y dignidad, conforme a la buena práctica médica;

PROMOVER el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;

OTORGAR a mis maestros, colegas y estudiantes el respeto y la gratitud que merecen;

COMPARTIR mis conocimientos médicos en beneficio del paciente y del avance de la salud;

CUIDAR mi propia salud, bienestar y capacidades para prestar una atención médica del más alto nivel;

NO EMPLEAR mis conocimientos médicos para violar los derechos humanos y las libertades ciudadanas, ni siquiera bajo amenaza;

HAGO ESTA PROMESA solemne y libremente, empeñando mi palabra de honor.”

VACUNACIÓN, ¿MULTIDOSIS Y OBLIGATORIA?

El proceso de vacunación COVID19 es uno de los más extraños en toda la historia de la humanidad. Pese a ser un tema mundial de interés público, se lo maneja de forma discreta, secreta, represiva, lleno de publicidad engañosa y envuelto en propaganda de distracción.

Es sencillo, que las autoridades centrales de la OMS y los gobiernos contesten tres simples preguntas:

1.- ¿Qué excipientes exactamente y, al detalle, contienen las vacunas COVID19?

2.- ¿Existen colegios médicos independientes, en distintos países del mundo, que certifiquen y aprueben su uso?

3.- ¿Por qué no se permite realizar un registro oficial, público y en tiempo real de los efectos adversos de las vacunas?

Poco a poco están creando un escenario político mundial para IMPONER la vacunación multidosis y obligatoria, impulsando la DISCRIMINACIÓN a los ciudadanos no vacunados mediante la creación de un pasaporte o certificado COVID19; quien no lo tenga no podrá realizar muchas actividades económicas, sociales e institucionales en su país y otros lugares del mundo.

Esto riñe contra los DERECHOS HUMANOS Y CONSTITUCIONALES  de las personas, recordar que NADIE PUEDE SER DISCRIMINADO por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socioeconómica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH, discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción personal o colectiva, temporal o permanente.

Estos derechos, libertades y garantías están contemplados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su Art. 2; y, en la Constitución de la República del Ecuador en su Art. 11, numeral 2. La persona (funcionarios públicos y/o privados) que incumpla estas disposiciones puede incurrir en los delitos de discriminación y actos de odio.

EL CÓDIGO DE NÚREMBERG

El proceso de vacunación actual contra el COVID19 está violando Tratados y Convenios Internacionales, tal como lo es el CÓDIGO DE NÚREMBERG también conocido como Código de Ética Médica de Núremberg establecido en el año de 1947.

En su primer artículo (que transcribimos a continuación dada su gran importancia y actualidad) dice:

“Es absolutamente esencial el consentimiento voluntario del sujeto humano. Esto significa que la persona implicada debe tener capacidad legal para dar consentimiento; su situación debe ser tal que pueda ser capaz de ejercer una elección libre, sin intervención de cualquier elemento de fuerza, fraude, engaño, coacción u otra forma de constreñimiento o coerción; debe tener suficiente conocimiento y comprensión de los elementos implicados que le capaciten para hacer una decisión razonable e ilustrada. Este último elemento requiere que antes de que el sujeto de experimentación acepte una decisión afirmativa, debe conocer la naturaleza, duración y fines del experimento, el método y los medios con los que será realizado; todos los inconvenientes y riesgos que pueden ser esperados razonablemente y los efectos sobre su salud y persona que pueden posiblemente originarse de su participación en el experimento. El deber y la responsabilidad para asegurarse de la calidad del consentimiento residen en cada individuo que inicie, dirija o esté implicado en el experimento. Es un deber y responsabilidad personales que no pueden ser delegados impunemente.”

QUE LOS COLEGIOS DE MÉDICOS Y PERITOS SEAN QUIENES CERTIFIQUEN LA VACUNA

Dado de las vacunas COVID19 en su gran mayoría son fabricadas por corporaciones farmacéuticas privadas (de dudosa reputación) y en coordinación con la OMS (un organismo multinacional dirigido por las grandes potencias por lo que ha perdido imparcialidad y credibilidad), una de las posibles soluciones es que sean los colegios de profesionales médicos en cada país y un grupo de peritos debidamente acreditados, quienes CERTIFIQUEN Y APRUEBEN el uso masivo de las vacunas anti-COVID19.

Si ellos detectan peligrosos efectos adversos de la vacuna, errores o dolo en su composición química, o cualquier otro incidente de magnitud, simplemente se debería retrasar el actual proceso de vacunación hasta tener información actualizada, científica y certificada de la validez de la vacuna.

CUIDAR LA SALUD DE FORMA INTEGRAL

Las autoridades se centran simplemente en lo que ellos denominan ‘pasos de vida’: uso de mascarillas, lavado de manos o alcohol y distancia social (2 metros).

Sin embargo, eso es solo una pequeña parte del problema pues para tener buena salud se debe cuidarla de forma integral, para lo cual a su vez se requiere de recursos económicos suficientes.

-comida sana, de calidad y suficiente

-sueño reparador, en cantidad y calidad

-ejercicio físico constante (tiempo y lugar para realizarlo)

-aire puro (controlar la contaminación del smog y electromagnética)

-baños de sol

-bajar los niveles de estrés (para lo cual el ciudadano debe tener trabajo, estudio, seguro social, lugares de esparcimiento y diversión sanos, etc.)

-regular y controlar la contaminación de alimentos, agua y aire por metales pesados, óxido de grafeno y otros químicos peligrosos

Como podemos ver y cualquier médico (a) honesto lo podrá corroborar: para tener una salud óptima de las personas y la sociedad en su conjunto, se necesitan una serie de medidas, herramientas, condiciones y contextos que, hoy por hoy, prácticamente o no existen o son insuficientes.

Que cada persona y/o familia luchen por su vida, salud y a la vez, por un cambio social profundo.

CONCLUSIONES

1.-Es necesario y urgente conocer a ciencia cierta el origen del COVID19, para saber cuál es exactamente su composición y así poder dar el tratamiento adecuado a esta enfermedad.

2.-El proceso de vacunación debe parar y nada justifica su ‘obligatoriedad’ sean con hechos afirmativos o pasivos. Mientras no sea una vacuna segura y certificada en Fase 5, es peligroso y hasta criminal su experimentación en la población.

3.-Existen tratamientos alternativos para el COVID19, tanto preventivos como de emergencia; deben ser analizados y puestos a disposición de la sociedad de forma masiva y oficial.

4.-La salud del pueblo no es solo un tema de mascarillas, lavado de manos y distanciamiento social; las personas y pueblos requieren subir sus defensas inmunitarias, esto se traduce en alimentación adecuada, ropa, techo, trabajo, seguro social, transporte, recreación, etc., lo cual debe ser financiado y/o subsidiado por el Gobierno / Estado. Existen abundancia de recursos naturales, mano de obra desocupada y maquinaria – tecnología a disposición, es cuestión de organizar la producción e intercambio de bienes y servicios de forma que se beneficien las grandes mayorías.

5.-Los intelectuales y profesionales en general, y principalmente médicos, abogados y periodistas debemos tomar conciencia y asumir una posición crítica respecto de este mal llamado proceso de ‘vacunación’. Que la censura y represión oficial no nos convierta en cómplices de este atropello a los derechos civiles y libertades sociales, y mucho menos de un proceso masivo que puede y ya está generando muertes, enfermedades y discapacidad en numerosas personas vacunadas.

Nicolás Gualle

ABOGADO, ESCRITOR y CATEDRÁTICO

Contactos:

Email: nicoega@yahoo.com.ar

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Pág. Web: https://nicolasgualle-escritos.blogspot.com

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