“La poesía no consiste en hablar de cosas bonitas, sino en hacer bonitas y estéticas las cosas que se hablan” N.G.
Todos los días, a todas horas los seres humanos nos comunicamos a través de un complejo sistema lingüístico aprendido a lo largo de la vida, tanto de forma oral como escrita.
Sin embargo, muchas personas no saben darles el valor a las palabras, o no encuentran las palabras adecuadas para cada ocasión. Esto es normal, pues la capacidad comunicativa no es algo innato, sino aprendido, que lleva tiempo y praxis.
Para eso existe la POESÍA, para esto existimos los POETAS. La poesía no se trata de hablar de cosas “bonitas”, sino de crear belleza con las palabras sobre asuntos comunes, cotidianos, grandes o pequeños.
La poesía es ese puente que conecta lo mundano con lo espiritual, lo meramente material con las ideas, lo prosaico con lo elevado.
Los poetas somos quienes encarnamos esa belleza lingüística y la ponemos al servicio de: nosotros mismos, de la sociedad, del amor, de la vida, de la muerte, del triunfo, del fracaso, de las grandes causas, del devenir histórico y del porvenir de la civilización.
Quienes no conocen o menosprecian la poesía JAMÁS podrán comprender el alcance que tienen las palabras en la vida propia y la de los demás.
Vamos a poner unos ejemplos, para ilustración del lector, de los poetas y futuros poetas.
Los poetas no le decimos a una mujer “quiero tener sexo contigo”, quizás eso rompería la magia tan necesaria para un momento tan íntimo. En lugar de eso, diríamos algo así: “quiero fusionar tu piel con la mía, intercambiar risas, gemidos y orgasmos contigo”
Si los poetas fuéramos médicos emergenciólogos no diríamos “vamos a salvar la vida del paciente”, sino que diríamos algo así: “vamos a intentar prolongar la biografía de su (padre), (hermano), (esposa), y, si no es posible, vamos a darle un epílogo memorable”.
Los poetas no le decimos a una novia o a un amigo que es momento de cortar la relación, sino que les decimos algo así: “creo que ha llegado el momento en que nuestros caminos comienzan a bifurcarse en direcciones opuestas, ha sido un gusto y te deseo lo mejor”.
Si un poeta va por la playa y se encuentra con una chica en bikini jamás le diría “oye que buenos senos y nalgas tienes”, eso sería vulgar, de patanes. En su lugar, diría algo así como “oye tu anatomía femenina es exquisita, me llama mucho la atención”.
Si un poeta se encuentra en una mesa de negociaciones mercantiles, en un momento en que el negocio no se cierra, no diría “no me interesa ustedes son tacaños, lo mío vale más”, pues eso rompería cualquier posible acuerdo. En vez de eso diría algo así: “caballeros, si ustedes mejoran la oferta quizás nuestros intereses puedan ser compatibles y mutuamente beneficiosos”.
La lista de ejemplos donde la poesía puede mejorar la vida propia y las relaciones con los demás es INFINITA, he puesto solo unos cuantos ejemplos prácticos para conocimiento del lector.
¿CÓMO SER POETA?
Para ser poeta se requiere leer mucho, conversar mucho, inspirarse mucho, escribir mucho, en definitiva, vivir con intensidad. No se puede escribir y decir poesía si no LO SENTIMOS DE VERDAD, pues la poesía viene de las entrañas, se procesa en el corazón y se emite a través del cerebro como último filtro.
La poesía y los poetas somos una minoría en el mar comunicacional de la sociedad; en un sistema tan mercantilista y pragmático que privilegia el lucro/rendimiento a toda costa, casi no hay espacio para el arte y la belleza. Ese es el reto que tenemos hoy en día, lograr que la magia de la poesía y los poetas no se extingan y se perpetúen en la sociedad, trayendo luces de esperanza y belleza en medio de oscuridades y conflictos.
Nicolás Gualle
ABOGADO, ESCRITOR y CATEDRÁTICO
Contactos:
Email: nicoega@yahoo.com.ar
Whatsapp: 0998725157
Pág.
Web: https://nicolasgualle-escritos.blogspot.com
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