¡Cuando las
antorchas del conocimiento y la razón iluminaron a los pueblos del mundo!
Amigos, amigas,
colegas y compañeros todos, pónganse su mejor vestimenta y siéntense con
comodidad, hoy estamos de cita, tenemos un encuentro muy importante con una de
las épocas más gloriosas de la historia moderna.
En este espacio
académico – cultural nos autodefinimos como hombres (mujeres) renacentistas, ilustrados y dialécticos,
algo que para algunas personas es muy complejo de entender, por lo que en
distintas entregas estamos analizando detalladamente cada uno de los elementos
descritos.
Del Renacimiento
ya hablamos anteriormente, ahora nos toca estudiar LA ILUSTRACIÓN, EL SIGLO DE
LAS LUCES, y en un próximo artículo culminaremos con el tema de la Dialéctica.
Todo este
esfuerzo intelectual lo realizamos única y exclusivamente por dos razones, que
van de la mano una con la otra: por un lado, queremos tener una vida
extraordinaria, de plenitud, felicidad, llena de conocimiento y experiencias;
y, por otro lado, queremos contribuir con un poco de luz para la sociedad,
aportar valor real y concreto a los demás.
La Ilustración o
Siglo de las Luces fue un poderoso movimiento intelectual, político, cultural y
académico que recorrió principalmente Europa durante el siglo XVIII y las
primeras décadas del siglo XIX.
Su bandera
principal era que el conocimiento y la razón sean la luz de la sociedad, se
masificaran para que el pueblo despierte del yugo de la ignorancia, la tiranía
y las religiones, de ahí que se le denomine como el ‘Siglo de las Luces’.
Antecedentes
El Renacimiento sucedió
entre los siglos XV y XVI, generando grandes cambios culturales, científicos y
esperanza en la sociedad de la época medieval. Sin embargo, ante su avance se
produjo la contra-ofensiva de reyes, señores feudales y la Iglesia.
El siglo XVII la
humanidad se vio envuelta en guerras religiosas y político-feudales, como la
que ocurrió entre católicos y protestantes y entre potencias, lo que se
conocería posteriormente como la Guerra de los Treinta Años (1618 – 1648); y
adicionalmente tenemos todo el periodo de la Revolución Inglesa (1642 – 1688)
que remecieron severamente las bases del poder monárquico en una de las
principales potencias europeas.
En este agitado
y convulso contexto histórico, la naciente burguesía europea buscaba introducir
un capitalismo industrial, floreciente, liberal, democrático – revolucionario,
lo que chocaba abiertamente con el viejo régimen monárquico, clerical y feudal.
En ese sentido
la Ilustración o Siglo de las Luces corresponde a la burguesía, muy avanzada en
su época, nada que ver con la actual burguesía que es monopolista y
profundamente reaccionaria, hay que aclarar esto para no confundir conceptos,
fechas y situaciones. Como científicos sociales rescatamos muchas de las
grandes banderas y consignas que nos dejó esta luminosa época de la humanidad.
El
conocimiento y la razón
El conocimiento
es una de las mayores herramientas que puede tener la sociedad, es la capacidad
de entender, interpretar y transformar la realidad; en la Ilustración se
desarrolló ampliamente el conocimiento científico y se lo puso al alcance de
amplios sectores del pueblo.
Es tan simple de
entender, por ejemplo frente a un conjunto de enfermedades que aquejan a la
sociedad, más que ponerse a rezar o buscar amuletos, lo que hay que hacer es
investigar, experimentar, desarrollar teorías, hipótesis, de posibles
tratamientos y medicinas, hasta finalmente dar con el resultado óptimo y
adecuado. Un caso de esto es la invención de las vacunas, realizado por el
médico rural inglés Edgard Jenner en 1796 tras cerca de 20 años de
investigación.
El conocimiento
-más aún el que está respaldado en la ciencia-, es muy poderoso, no por nada ya
desde épocas antiguas los filósofos acuñaron frases tales como: ‘Omnium
Potentior Est Sapientia’ que significa "TODO PODEROSA ES LA
SABIDURÍA".
El conocimiento
científico tiene cuatro características fundamentales, a saber: es objetivo,
comprobable, de validez universal, y sujeto a leyes y principios.
De igual forma
es el uso masivo de la razón, como aquella capacidad propia de los seres
humanos para pensar, reflexionar, llegar a conclusiones y formar juicios sobre cosas
y situaciones. Incluso hoy en día hay que seguir insistiendo en el uso de la
razón, pues el postmodernismo está creando una masa de jóvenes sumidos en la
ignorancia, la apatía y la mediocridad.
La
Enciclopedia
La Enciclopedia
(Diccionario Razonado de las Ciencias, las Artes y los Oficios), fue una magna
obra escrita por los ilustrados Denis Diderot, Jean Le Rond d'Alembert y Louis
de Jaucourt, cuyo primer volumen se presentó al público en el año de 1751,
culminando su edición con 17 volúmenes en el año de 1772.
La Enciclopedia
constituyó una verdadera revolución académica, pues no era un simple libro ‘abstracto’
o ‘escolástico’ tan comunes en aquella época e incluso ahora, sino que era un
conjunto de tomos en donde se hablaba de profundos conocimientos científicos,
sobre aspectos de la cultura y el arte del momento, de los principales oficios
y cómo desarrollarlos, etc., es decir una compilación de conocimientos muy
valiosos y útiles para la sociedad. Es quizás la mejor obra escrita por los
polímatas.
La esencia
central de la Enciclopedia eran el laicismo, la practicidad, crítica social,
conocimiento, por todo lo cual dicha obra y sus autores fueron censurados en
muchas ocasiones y de diversos modos por el viejo poder monárquico y la
Iglesia; pese a lo cual JAMÁS lograron contener la avalancha de lectores que
aunque sea a escondidas se daban modos de comprar, prestarse entre sí y leer
los distintos volúmenes de la Enciclopedia.
El
laicismo
Esta es otra de
las grandes consignas del Siglo de la Luces: el laicismo, que en esencia
significa la separación de la Iglesia y el Estado, que la religión no debe ser
un asunto oficial, sino reducido a la esfera de la vida privada de cada
ciudadano sin que sea molestado en modo alguno por sus creencias, ya sean de
una u otra religión o incluso ateo.
Parece algo
simple, pero no lo es. La Iglesia y las religiones en general han gobernado por
siglos al mundo trayendo consigo ignorancia, guerras, oscuridad, injusticias;
cada quien clamando que su ‘dios’ y su religión son los únicos y verdaderos,
enfrentándose unos contra otros, y peor aún hacia quienes por cualquier razón
decidían no creer en ‘dios’ eran castigados en la hoguera, o expulsados de
centros académicos y/o laborales.
El laicismo
finalmente se ha logrado implantar en muchos lugares, pero no del todo, así por
ejemplo en el mundo árabe están prohibidos el laicismo y el ateísmo; y en otros
sitios se lo acepta de palabra pero en los hechos el Estado es todavía
religioso. De ahí que la bandera de la lucha por el laicismo está más vigente
que nunca.
Lucha
contra la escolástica
Durante la época
medieval se impuso el ‘método’ escolástico, que significa toda educación o
razonamiento abstractos, puramente conceptuales, al margen de la realidad concreta
y de su aplicabilidad.
La Ilustración
luchó implacablemente contra la escolástica, planteando el uso de la razón,
además del practicismo del conocimiento, es decir la utilidad y aplicabilidad
de tal o cual doctrina o teoría.
El
progresismo
Hasta la época
medieval existía en la humanidad una percepción cíclica metafísica del tiempo,
como si no hubiera progreso sino tan solo repetición infinita y mecánica de
sucesos disconexos. Los líderes de la Ilustración en cambio plantearon que en
la historia existe el progreso, ellos mismos querían liderar el mundo hacia el
progreso contra largos periodos de tradiciones, superstición, irracionalidad y
tiranía.
Hoy en día ha
quedado claro que el progreso existe ya no solo en la Historia, sino en el
mismo Universo, en la naturaleza, en el pensamiento, todo está en constante
cambio y movimiento de forma progresiva.
Avances
en el derecho
En el ámbito
jurídico la Ilustración remeció las bases del derecho feudal. Por un lado
tenemos el tratado escrito por Montesquieu, denominado ‘El espíritu de las
leyes’ en donde se plantea la separación de los poderes del Estado en
Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para así evitar la concentración en una sola
institución o persona lo que deviene en tiranía.
En el derecho
penal específicamente tenemos el tratado de Cesare Beccaria ‘De los Delitos y
las Penas’ en donde se realizan importantes aportes al debido proceso, a los
derechos de los ciudadanos, de las personas privadas de libertad, la tipicidad,
la punibilidad del Estado y sus limitaciones, etc.
Finalmente se
comienza a hablar de la necesidad de tener ‘constituciones’ entendidas como la
norma o ley suprema que debe regir para todos los ciudadanos de un país, lo que
antes simplemente era la voluntad de reyes, señores feudales y la Iglesia.
La
ciencia
En cuanto a la
ciencia y la tecnología la Ilustración logró grandes avances. Se crearon
sociedades académicas y científicas, bibliotecas públicas, museos; se
profundizó el conocimiento del mundo con la Misión Geodésica Francesa realizada
entre los años 1736 – 1744; los aportes a la física realizados por Isaac
Newton, la invención de las vacunas.
Otros inventos
del Siglo de las Luces son: máquina de vapor, pila voltaica, reinvención de la
porcelana, lanzadera volante, lámpara de gas, cronómetro, termómetro.
Política
La Ilustración
generó a lo largo de decenios todo un movimiento cultural y científico que
cuestionaba las bases del antiguo régimen feudal, lo cual fue incubando en las
masas del pueblo un espíritu de rebeldía y cambio.
Cuando
fermentaron las condiciones mundiales y nacionales necesarias, se desencadenaron
dos grandes procesos históricos: la Revolución Francesa de 1789 y la
Independencia de los Estados Unidos en 1776, que marcaron oficialmente el fin
del feudalismo y el inicio de la era de la burguesía en un capitalismo
floreciente, de libre empresa.
Sociología,
psicología
Durante siglos
los reyes, señores feudales y las religiones venían promoviendo la falsa tesis
de que los seres humanos son malos por ‘naturaleza’, que llevan el ‘pecado
original’ en su sangre y que no había otra opción que imponer autoridad,
reprimir, sancionar.
Los ilustrados,
basados en el conocimiento y la razón, refutaron dicha tesis planteando que “el
hombre es naturalmente bueno, es la sociedad que lo corrompe” (Jean-Jacques
Rousseau), con lo cual se va dando nacimiento a un nuevo pensamiento en la
sociología y la psicología, que centran en el ser humano y su capacidad de
comprenderse a sí mismo y a la civilización y la naturaleza que le rodean.
De igual forma
vamos a citar brevemente a dos grandes hombres ilustrados de nuestro país:
Eugenio Espejo, un polímata a carta cabal; y, Juan Montalvo, quien a lo largo
de su vida luchó con la pluma por una nueva sociedad, una de sus mejores frases
es: ‘Tanto más libre un pueblo cuanto más ilustrado’.
*El
despotismo ilustrado
Frente al gran
prestigio social y político que fueron adquiriendo las tesis e ideólogos de la
Ilustración, pronto los monarcas trataron de usurpar el nuevo movimiento, ‘disfrazarse’
de ilustrados para confundir a las masas pero en los hechos no tenía nada que
ver con las ideas de la Ilustración, sino con las viejas tesis e instituciones
del régimen feudal.
El despotismo o
absolutismo ilustrado se dio en la segunda mitad del siglo XVIII, y fue una
estrategia del antiguo régimen de reyes, señores feudales e iglesias para
evitar su caída. Para comprender su esencia, basta con las siguientes dos
frases acuñadas en aquellos años y que ponen de manifiesto su verdadero
carácter reaccionario:
‘Piensa lo que quieras, pero
obedece’
‘Todo por el pueblo, pero sin el
pueblo’
El despotismo
ilustrado pereció junto a todo el viejo sistema feudal a fines del siglo XVIII
y comienzos del XIX, ni todas sus frases y propaganda engañosa pudieron evitar
que las nuevas ideas de la Ilustración y todo ese gran movimiento de masas se
alzaran con la victoria.
[…Haciendo un
paréntesis a este tema histórico, nos viene a la mente lo que actualmente se ha
dado en llamar ‘socialismo del siglo XXI’ o ‘China un país, dos sistemas’ en
los cuales hay mucha palabrería popular y simbología marxista pero en el fondo
son Estados y Gobiernos tiránicos, capitalistas monopólicos, es como si la actual
burguesía hubiera aprendido de sus antiguos enemigos en el arte de engañar al
pueblo tratando de evitar y retrasar al máximo su caída como sistema en
decadencia…]
Hegel
y la dialéctica
La Ilustración luego
de haber dado grandes batallas ideológicas, culturales y políticas contra el
antiguo régimen, va finalizando a comienzos del siglo XIX, y lo hace de manera
magistral con el último filósofo ilustrado Friedrich Hegel, quien descubrió la
existencia de la Dialéctica en la historia, es decir que todo estaba en
constante cambio y movimiento, solo que él pensaba que dichos cambios eran
producto de las ideas y programas de los grandes líderes, sin tomar en cuenta
que toda la historia no es sino el fruto de la producción y distribución
económica, de la existencia de clases sociales y su lucha entre ellas.
De esto último
se percató uno de sus discípulos, un estudiante nacido en Tréveris en 1818 y
que militaba en los hegelianos de izquierda: Carlos Marx, quien comprendió que
no se trataba de rechazar a Hegel y su principal descubrimiento de la
dialéctica, sino que había que ‘darle la vuelta’, dejar el idealismo y asumir
el materialismo.
De ahí en
adelante comienza toda una nueva etapa en la historia de la humanidad que, por
cuestiones didácticas y de comprensión, nosotros la hemos acuñado como la
DIALÉCTICA, que inicia a mediados del siglo XIX, cursa todo el siglo XX y tendrá
mucho protagonismo a lo largo del siglo XXI. De este último tema lo abordaremos
en próximas entregas.
En conclusión,
la Ilustración o Siglo de las Luces trajo consigo muchas cosas positivas para
la humanidad entera; fueron cientos y miles de ilustrados que desde el
conocimiento, la ciencia, la razón, la academia y la cultura, lucharon por un
mundo nuevo, y pese a sus limitaciones históricas, en una importante medida lo
lograron.
Sin embargo, los
tiempos actuales de descomposición económica, social y política están
oscureciendo otra vez el camino de la humanidad, arrastrándonos hacia situaciones
muy conflictivas y peligrosas; por lo que tarde o temprano será necesario
reeditar la Ilustración, impulsar un nuevo Siglo de las Luces, levantar cuantas
antorchas de la ciencia, las humanidades y el arte sean posibles, para así contribuir
a iluminar la nueva senda de la sociedad.
Nicolás Gualle
ESCRITOR y
CONFERENCISTA
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