*[Este artículo fue publicado originalmente con fecha
26 de mayo del presente año; sin embargo, por problemas técnicos tuvimos que quitarlo
y volverlo a publicar con la actual fecha]
Que la experiencia de cada uno, fortalezca el camino
de los demás
Nunca pensé que la fractura de mi tobillo derecho a
mis 15 años de edad, sería el inicio de un gran camino lleno de libros,
escritos, poemas, tertulias y conferencias. El reposo obligado de 3 meses
mientras el hueso se recomponía, me llevaron a leer y leer sin parar,
explorando un mundo misterioso del cual apenas conocía poco.
Aun sin mayor experiencia comencé redactando pequeños
ensayos que remitía a diversos periódicos de mi ciudad, sobre inquietudes de la
juventud, problemas del mundo y del país, entre otros temas. Algunos profesores
del colegio me alentaban a seguir este camino, otros lo veían con desprecio. En
mi familia existía mucho escepticismo.
Vinieron los años universitarios, y con ellos un
periodo confuso y contradictorio; dejé de escribir por un largo tiempo. Claro
está, nunca faltaron inspiraciones femeninas para algunas cartas o poemas de
amor, o manifiestos políticos de rebeldía, pero hasta ahí. Lamentablemente me
dejé influenciar por aquel absurdo criterio exclusivista de ‘sigue algo con
lo que puedas comer’, o ‘los escritores se mueren de hambre’, etc. Y
no es que las dos cosas mencionadas no sean una triste realidad para muchos jóvenes,
el problema es que te cortan las alas artísticas, lo correcto sería decir ‘sé
escritor y también alguna otra profesión o negocio que te deje buenos réditos’,
complementa lo uno con lo otro.
Y ese ‘cortar alas’ no solo se produce con los
escritores, sino también con otras ramas artísticas como la danza, el canto, la
pintura, etc. Muchos padres y maestros creían y algunos lo creen todavía, que
la inteligencia se mide exclusivamente con el pénsum de estudios oficial, o que
la vida te la puedes ganar únicamente con carreras técnicas o de alto
‘estatus’. Ahora la ciencia nos plantea que no existe una sola ‘inteligencia’,
sino ‘inteligencias múltiples’ entre las cuales están la lógico-matemática,
lingüística, naturalista, visual-espacial, musical, cinético-corporal,
intra-personal e inter-personal. Que bien que se sepa esto, adelante artistas,
escritores, nunca olviden que ‘el arte se mide por lo que sientes al
hacerlo, no por lo que te pagan al hacerlo’.
Los años fueron pasando rápido y con ellos vinieron y
se fueron muchos amores, luchas sociales, negocios que triunfaron y otros
fracasaron, amigos…, hasta que finalmente en la tercera década de mi vida tomé
la decisión (con valentía) de dedicarme de lleno a escribir, pase lo que pase y
pese a quien le pese. Afortunadamente logré estructurarme, la vida me la gano
por medio de la abogacía, mientras que la literatura es un complemento
espiritual y social.
Luego llegaron nuevos problemas: ¿qué escribir?, ¿para
qué público van dirigidos mis escritos? Muchas veces me tocó hacer y deshacer
escritos, escribir y borrar, romper, ocultar. El condicionamiento social volvía
a hacer de las suyas, cuando te dicen ‘elige solo un área concreta y
dedícate de lleno a ella’, o ‘cómo vas a escribir de ciencia si no eres
científico’, ‘a quién van a gustar tus poemas de amor’, etc. Por
fortuna siempre he sido un aprendiz de la vida, comprendiendo el mundo y la
sociedad con el método ‘ensayo – error’.
Tenía escritos de filosofía, sexualidad, ciencia,
gastronomía, medicina, deporte, historia, erotismo, política, poesía, etc.
¿Cómo compactar todo esto tan difuso? Fue entonces cuando tuve la epifanía: un
escritor (a) es un artista de las letras, una persona con talento que escribe
sobre cosas que le puedan interesar o aportar algo a la sociedad, y la sociedad
no es un tema en específico, es un entramado sumamente extenso de experiencias,
información y conocimientos.
Es así que comprendí aquella sabia enseñanza: ‘si
no encajas en el mundo actual, no renuncies a tus sueños, simplemente dedícate
a construir un mundo nuevo, para ti y tu gente’. A partir de entonces me
autodefino como un escritor ‘polímata’, es decir un generalista, me doy el
permiso de escribir sobre todo aquello que crea necesario, oportuno o
interesante, que por un lado cause auto-gratificación y, por otro lado, aporte
valor real y concreto a la sociedad. Esto último no significa que mis escritos
sean una completa ‘lumbrera’, pero sí que le dejen algo valioso al lector.
Por el momento tengo tres libros publicados: el
primero, ‘Caballero de la Esperanza’ es una mezcla de novela romántica
basada en hechos reales con algunos postulados de superación científica
dirigidos a la juventud; el segundo, ‘Relatos de Amor, Fuego y Justicia’
es un compendio de poesía irreverente inspirado en una bella musa literaria; y,
el tercero, ‘Preguntas y Respuestas Jurídicas de Casos Prácticos y
Cotidianos’ es una obra jurídica dirigida a mis colegas y clientes. Los
tres libros han sido auto - publicados tanto en sus versiones física como
digital, ya que muchas editoriales ponen infinidad de trabas.
Adicionalmente tengo cinco Selecciones de Escritos
publicadas en mi página web: https://nicolasgualle-escritos.blogspot.com , libros
con una gran variedad de temas de ciencia, arte y humanidades; esto te lo
cuento no con afán de presumir, para nada. Simplemente quiero alentar a otros
escritores y escritoras a seguir su rumbo, su propio camino, a pesar de las
dificultades y la adversidad. Dentro de cada escritor (a) existe el fuego de su
corazón, de sus pensamientos, que debe dejarlos salir, fluir, sabiendo que a
unos les gustará, otros serán indiferentes y unos pocos lo rechazarán de plano.
Así es la vida, no se puede ni se debe ‘caer bien a todos’ porque eso es
sinónimo de mediocridad.
A quienes deseen contactarme por medio de las redes
sociales, ¡bienvenidos (as)!, siempre y cuando sea para aportarnos valor
mutuamente, caso contrario mejor no, pues gente tóxica, indiferente, pesimistas
o rémoras prefiero tenerlas lejos.
El camino de un escritor (a) muchas veces se compone
de profundos momentos de soledad, acompañados de grandiosos momentos de
compañía. Hay que estar mental y emocionalmente preparados para ello.
Adicionalmente jamás se dejen llevar por la fama barata, por las lisonjas y el
aplauso falso; tampoco busquen constantemente la aprobación de los demás, pues
de ser así es muy difícil que escriban algo que realmente sea valioso. Escriban
para ustedes y al mismo tiempo para la sociedad; el individuo y el colectivo
son dos caras de una misma moneda, pero en última instancia hagan lo que crean,
sientan y tengan evidencia de es que correcto.
Como escritores (as) deben comprender que este es un
largo camino, que hay que seguir y seguir como una locomotora, sin detenerse.
Por mi lado, sigo y seguiré siendo un escritor polímata, ya sea que me lean 5,
10 o 500 personas, que venda muchos o pocos libros, o los obsequie. Quizás no llegue
al nivel de un Ernest Hemingway, Pablo Neruda o Máximo Gorki, y no importa aun así
soy feliz en este camino, que me ha traído grandes momentos de éxtasis
emocional y cognitivo, amistades, amores, reconocimiento social. Seguiré
escribiendo hasta el final de mis días, hasta el último suspiro sostendré entre
mis manos papel y lápiz para plasmar ideas, anécdotas y perspectivas.
Posiblemente la mejor paga que tengas como escritor no
sea en dinero en efectivo, probablemente eso deberás buscarlo en otro lado.
Pero en cambio, tendrás otro tipo de pagos mucho más enriquecedores, así por
ejemplo cuando uno de tus escritos, ensayos o libros le ayude a uno de tus
lectores a cambiar su vida, a iluminar su camino, te lo dirá con una gratitud
infinita y tu alma se fortalecerá; en otros momentos alguien te pedirá que le
firmes tu autógrafo en un ejemplar del libro que tus has escrito, esa primera
firma te sabrá a gloria, que al fin y al cabo te la estás ganando; e incluso,
el mejor pago de ser escritor será el lograr conectar con nuevas personas, con
gente que vibra en tu misma frecuencia y quien sabe, quizás a partir de ahí
nazca una amistad, un amor, o un nuevo amigo, un cliente o colega.
En definitiva, ésta es mi experiencia en este camino
de escritor, espero te sea de utilidad si deseas dedicarte a escribir, ya sea
desde el ámbito profesional, académico o artístico, o desde todos ellos; si
algo no crees correcto simplemente lo puedes desechar, de eso se trata la vida
de aprender, caer y volver a levantarse, de tomar lo que a uno le sirva en su
camino y siempre dejar un legado para la sociedad y la posteridad.
Nicolás Gualle
ESCRITOR y CONFERENCISTA
Contactos:
Email: nicoega@yahoo.com.ar
Whatsapp: 0998725157
Pág. Web: https://nicolasgualle-escritos.blogspot.com
Bien. Muy bien. Me gustó. Felicitaciones. Yo crei que eras o vivías en Argentina. Por el correo. nicoega@yahoo.com.ar
ResponderEliminarGracias. Radico entre las ciudades de Riobamba y Quito, por temporadas, según vaya el trabajo. Saludos.
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