Normas de
seguridad personal y colectiva
-Introducción
Las noticias y
la práctica cotidiana nos demuestran como el índice de delitos y peligrosidad
aumenta de forma constante y sostenida en la sociedad de nuestros días. Esto
seguirá así en tanto y en cuanto la descomposición económica, social y política
del país siga creando delincuentes de todo tipo.
Existe una gran
cantidad de personas honestas, trabajadoras, pero al mismo tiempo, hay un
porcentaje considerable de todo tipo de ladrones, estafadores,
narcotraficantes, asesinos, violadores (la escoria del sistema). Por ende hay
que vivir con ciertas normas de cuidado y precaución.
Entregar toda la
responsabilidad de nuestra seguridad a las fuerzas institucionales no es la
mejor garantía pues muchas veces éstas se hallan contaminadas por el mismo crimen,
el burocratismo o simplemente son desbordadas en su capacidad operativa y
logística.
Lo mejor es
organizarnos y cuidar de nuestra propia seguridad. He aquí un conjunto de
medidas prácticas, que pueden ser implementadas tomando en cuenta la realidad concreta
de cada persona o grupo social.
-la observación
El 50% de la
seguridad es la observación, del entorno, de las personas, del contexto, de los
peligros potenciales, de los lugares seguros, etc.
Observar es el
primer paso de toda seguridad.
-el lenguaje
corporal y verbal
A las personas
se les puede conocer qué tipo de gente son en pocos minutos, a veces en
segundos. Por un lado está el lenguaje verbal (10% de la comunicación), y por
otro lado el lenguaje corporal –vestimenta, ademanes, forma de caminar, de
sentarse- (90% de la comunicación). El primero puede mentir, el segundo es casi
infalible.
Por norma
general, los delincuentes se delatan en su forma de hablar, vestir y actuar,
con una especie de ‘prepotencia’ y ‘chabacanería’.
-el entorno
Siempre es bueno
conocer el entorno en donde nos movemos ya sea por vivienda, trabajo, estudio o
paseo. Si es un lugar seguro o de mala fama, si hay guardias o no, etc.
-la rutina
Ir todos los
días al trabajo o a algún lugar a la misma hora y por la misma ruta, puede ser
cómodo, pero no seguro. La rutina de una persona es fácilmente detectable. Es
conveniente cada cierto tiempo cambiar de calles, horarios, lugares.
-la información
Para todo
delincuente la información de su potencial víctima es muy importante. Por eso
no es correcto dar información personal (comprometedora o delicada) a terceros
que no necesitan saberla o peor aún a desconocidos. En última instancia dar
información falsa o distorsionada.
-en el bus
En los buses de
transporte urbano es donde más se cometen delitos. Por ende hay que tomar
precauciones como no sentarse en lugares muy alejados de la gente, oscuros o
donde podamos ser fácilmente arrinconados.
-en la calle
Transitar por
lugares alumbrados, o con importante flujo de personas. Elegir mejor calles
donde haya negocios abiertos. De vez en cuando es bueno regresar a ver hacia
atrás para darse cuenta de si se está siendo seguido o no.
Por lógica
evitar lugares desérticos, oscuros, o de mala reputación.
-en plazas,
parques, centros comerciales
Elegir aquellos
con reputación de seguros, o que tengan algún tipo de guardianía.
-encomiendas,
paquetes
No aceptar dar
‘teniendo’ o ‘llevando’ paquetes a desconocidos o incluso conocidos sin saber
que contiene exactamente dicho paquete.
En el caso de
encomiendas, cerciorarse quién es el remitente antes de abrir.
-medir la
proporción de fuerzas
Frente a una
situación de peligro o potencialmente peligrosa, hay que primeramente evitarla,
y de no ser posible esto, medir la proporción de fuerzas para saber qué se
puede hacer. Pero tomar en cuenta que se está ante gente con una mentalidad
degenerada, con antecedentes y/o cierto entrenamiento práctico en otros
delitos.
-herramientas de
defensa
En el ámbito
militar es famosa una frase: “es mejor tener un arma y no utilizarla, que
necesitarla y no tenerla”. En nuestro caso, no está por demás tener algunas
herramientas de defensa dependiendo si es para la casa, oficina, vehículo o
para ir a pie, tales como bates de béisbol, una macana, gas pimienta, manopla,
navaja multiusos, etc. Desde luego es mejor elegir aquellas que permiten
repeler ataques a distancia corta y mediana. *Tomar en cuenta que en caso de un
ataque, la legítima defensa debe ser proporcional.
-no ser ingenuos
El ser humano
por naturaleza es bueno, pero en el camino social algunos se corrompen y
degeneran de forma extrema. Por tal razón, hay que saber confiar en las
personas que nos rodean pero siempre con un toque de inteligencia, conocimiento
y estrategia, para evitar caer víctimas de robos, fraudes, etc. Cuando algo es
anormal, no encaja o es muy extraño, es mejor estar alertas y tomar las medidas
de seguridad necesarias.
-la mejor medida
de seguridad
Finalmente, y
sin duda alguna, la mejor medida de seguridad es tener una vida llena de nexos
sociales, tejer relaciones vecinales, con colegas, familiares, compañeros,
amigos, con quienes poder defenderse, intercambiar información relevante,
acompañarse, etc.
Fragmento
del libro: ‘SELECCIÓN DE ESCRITOS IV’
Nicolás Gualle
ESCRITOR y
CONFERENCISTA
Contactos:
Email:
nicoega@yahoo.com.ar
Whatsapp:
0998725157
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