MATRIARCADO

La comunidad primitiva, la poligamia y la poliandria

Durante decenas de miles de años la humanidad vivió en el régimen de la Comunidad Primitiva, donde éramos cazadores y recolectores, vivíamos en tribus y NO existía el concepto de ‘propiedad privada’: los bosques, ríos, montañas, llanuras, animales salvajes, peces y mares eran de TODOS.

Sobre esa base económica de comunismo primitivo, se erigieron formas sociales de ‘comunidad’ de las parejas, no había la idea de ‘mi novia’ o ‘mi marido’, sino de NUESTRA tribu. La gente se agrupaba en torno a las madres y abuelas (sí, el matriarcado, la familia genética) para vivir y trabajar juntos hijos, nietos y bisnietos, pues no existía la figura del ‘padre’, sino únicamente la del ‘tío’.

Había entonces plenamente la poligamia y la poliandria. Los hombres, sobre todo los líderes de la tribu: jefes tribales, guerreros, buenos cazadores, hechiceros, tenían muchas mujeres a su disposición. Mientras que las mujeres, sobre todo las más sanas y bellas, tenían muchos hombres para ellas. Las parejas rotaban libremente de mano en mano, y esto era normal y bien visto, de hecho cohesionaba a toda la tribu. No existía la monogamia, tampoco los celos ni la prostitución.

En estas condiciones económicas y sociales vivió la humanidad por muchísimo tiempo, por miles y miles de años. De tal suerte que la poligamia y la poliandria quedaron grabadas en nuestro código genético, en nuestro ADN, en lo más profundo de nuestro subconsciente como especie.

Al respecto quien desee profundizar este tema puede revisar los libros ‘El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado’ de Federico Engels, o ‘El Origen de las Especies’ de Charles Darwin.

Fragmento del libro: ‘SELECCIÓN DE ESCRITOS III’

Nicolás Gualle

ESCRITOR y CONFERENCISTA

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