Llegamos a un
pequeño departamento ubicado en pleno centro de la urbe. No era lujoso, tampoco
pobre, era simplemente un lugar de paso, de visitas, que unos familiares
tuvieron a bien prestarnos momentáneamente.
Sin embargo,
para nosotros era un Palacio, nuestro nido de amor, y no lo hubiéramos cambiado
por la casa más lujosa de la ciudad! Apenas llegamos lo fuimos decorando a
nuestro gusto, prometimos que sería nuestro lugar secreto, donde iríamos
formando un mundo nuevo a partir de nosotros, a nuestra imagen y semejanza.
Sería un lugar sin maldad, sin hipocresías, donde solo tendrían lugar el amor,
la pasión, la ternura, el erotismo, el afán de progresar.
Era algo
extraño, de locos, pero locos de amor. Por primera vez en la vida sentía esa
sensación de no tener nada y tenerlo todo al mismo tiempo, porque apenas si
teníamos nuestra cama, un par de muebles, nuestra ropa, libros y esas cosas, y
sin embargo lo teníamos todo, esa indescriptible sensación de amar y ser amado,
de ser correspondidos el uno con el otro, algo que solo los que realmente han
amado, sabrán de lo que hablo. Y es así, que decidimos ponerle un nombre
secreto a nuestro palacio, a ese idílico nido de amor, en adelante se llamaría
“El Dorado”…
Fragmento
del libro: ‘CABALLERO DE LA ESPERANZA’
Nicolás Gualle
ESCRITOR y
CONFERENCISTA
Contactos:
Email:
nicoega@yahoo.com.ar
Whatsapp:
0998725157
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